Insurgentes del Eln en Catatumbo. Otro actor armado que dificultaría que la salud llegue a regiones apartadas y necesitadas. Foto Wikipedia Commons Otro grave problema para lo que pretende la reforma a la salud es la paz. Difícil a hoy que cuaje la paz total como se ha querido, por las dificultades con varios de los grupos violentos. En conversaciones con médicos actuales y de la vieja guardia dicen que casi nadie se irá para sitios lejanos. Hay anécdotas de centros de salud que fueron remodelados, dotados y quedaron vacíos. Ningún profesional quiso ir a esos lugares. No es de extrañar por eso que 72 % de los especialistas trabajen en las principales ciudades y solo 1 de cada 10 en zonas rurales. Las informaciones de prensa y diversas entidades recuerdan que gran parte del país sigue tomado por esos grupos. De Urabá lo recordaba hace pocos días el conocido sacerdote Javier Giraldo. Un reportaje del The Washington Post en el corazón del Clan del Golfo mostró cómo eran amos y...
Opiniones libres que a algunos molestan