El nuevo episodio en el viejo conflicto entre Israel y los palestinos ha
permitido ver con toda claridad que el mundo lo dominan muy pocas potencias y
que lo que digamos más de 7000 millones de personas les vale un pito.
Es más, hasta hoy el que domina es Estados Unidos, aunque su poder cada
vez se extiende menos ante el surgimiento de otros bloques de países fuertes
que desean hacer el contrapeso (acá no juega Europa Occidental, que casi siempre
ha permanecido sumisa ante los norteamericanos).
Pero lo interesante es ver cómo se utiliza un doble lenguaje y una doble
moral, según se trate de un país amigo u otro considerado poco amistoso, si
bien es algo que fluctúa: quien es mi amigo hoy (porque me interesa algo de él)
mañana puede que no lo sea. Son muchos los casos, desde el general Manuel
Noriega en Panamá, al general Pinochet y si vamos a otro continente por ejemplo
Muamar el Gadafi de Libia.
En Occidente ha imperado la visión estadounidense, que poco se cuestiona
y casi todos los gobiernos acatan sin complicarse la vida. Un dominio que tiene
un mensaje claro en los medios, que se alinean con la potencia y poco
cuestionan y ni recurren a otros modos de ver y entender el mundo.
De la nueva confrontación entre Israel y básicamente el grupo palestino
Hamás, se pueden deducir o acciones o posiciones que revelan esa doble moral.
Enumeremos:
1. Occidente rechaza la agresión de Rusia a Ucrania, pero ha permitido
que durante 75 años Israel haya oprimido al pueblo palestino y violado de
manera reiterada sus derechos humanos.
Sí, lo de Rusia es una invasión que se apodera de territorio vecino,
pero no lo es cuando Israel va copando Palestina y en Cisjordania se apodera de
tierra que no le pertenece.
2. Estados Unidos, el ‘defensor de la democracia’ elige cuál dictadura
permite y cuál no. Por ejemplo, es aliado incondicional de Arabia Saudita, permitiéndole
incluso asesinatos como el del periodista Jamal Khashoggi en Turquía, pero sanciona
dictaduras como la cubana y la venezolana de las cuales sostiene que violan los
derechos humanos, violaciones que permite en otros territorios.
3. Se impide que Irán desarrolle su programa nuclear, pero no se dice
nada sobre todo lo que ha desarrollado Israel a lo largo de los años.
4. Queda clara la inoperancia de Naciones Unidas, cuyos mandatos se saltan
las potencias a conveniencia. Recordemos que Estados Unidos ha dicho siempre
que actuará donde sea así lo condene la ONU, como lo hizo con la invasión a
Irak.
De igual modo, casi que año tras año se condena a Israel por el
atropello a los palestinos, pero este no hace caso a las resoluciones y
mantiene el apartheid en Palestina mientras el resto del mundo calla, en obediencia
también al apoyo que brinda Estados Unidos.
5. Tan es inoperante la ONU, que la forma como está establecido el
Consejo de Seguridad facilita la repartición del mundo por las grandes
potencias. Estas pueden vetar cualquier decisión en su contra. Se acaba de ver
cómo Estados Unidos vetó la resolución que llamaba al alto el fuego en Gaza.
6. Mientras se llama terrorismo al ataque de un país a otro si no está
bajo la órbita occidental, se permite que Israel ataque a otros. En días pasados
bombardeó el principal aeropuerto de Siria para inutilizarlo, un el hecho del
que poco se dijo e ignoró casi toda la prensa.
Ha sido este en definitiva un mundo a la voluntad de los gobiernos
estadounidenses, situación que parece cambiar ahora con el surgimiento de otros
bloques, como el encabezado por China, que acaba de unirse con Rusia para ejercer
un contrapeso en diferentes regiones y cuyo desarrollo y consecuencias están
por verse.
Pero sea en uno u otro bloque, o también la influencia cada vez mayor de
países como India y Turquía, más de 7000 millones de humanos seguimos valiendo
un pito.
Maullido: dicen periodistas que la gente odia la prensa, lo que no quieren
entender es que odia la forma como están haciendo ‘periodismo’.

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