Lo hacen los medios, cada vez más concentrados en manos de unos pocos que son afines al poder o son el poder mismo.
Tan,to repetir una mentira
o tanto desinformar cala, queda en la gente, que por lo general traga entero y
carece de capacidad de análisis y de crítica. Al estilo Goebbels.
Ha sido frecuente, muy
claro en nuestro país donde siempre ha gobernado la derecha, que se ha llevado
a que se crea que ser pobre es porque se quiere o por designio divino y que hay
que proteger al rico sobre todas las cosas,
Por eso no conocemos bien
nuestra historia y aún hoy en la escuela se imparte distorsionada, sin mostrar
la verdad sobre nuestros libertadores y hasta su lado humano y abusador.
Dice Carl Sagan en El Mundo
y sus Demonios que “es posible -dado el control absoluto sobre los medios de
comunicación y la policía- reescribir los recuerdos de cientos de millones de
personas si hay una generación que los asume. Casi siempre se hace para mejorar
el control del poder que tienen los poderosos (…) Sirve para borrar de la
memoria pública profundos errores políticos y garantizar de este modo su
repetición eventual”.
Un ejemplo claro lo
tenemos en Rusia. En su libro sobre la historia de ese país, el historiador
inglés Orlando Figes muestra cómo a lo largo de los siglos los gobernantes han
reescrito la historia a conveniencia,
Poniendo de ejemplo a
algunos personajes y llevando al cadalso a otros, que luego son redimidos más
adelante en otros momentos. Lo hizo hasta Joseph Stalin con Iván el Grande, que
no permitió que lo destacaran.
Desde que ganó las
elecciones la prensa tradicional, casi sin excepciones, se dedicó a atacar a
Gustavo Petro y su gobierno, cuestionando sus decisiones y acciones, con
frecuencia con argumentos traídos de los cabellos, y a minimizar e ignorar sus
logros. Están reescribiendo la historia.
Agrega Sagan que entre las tendencias de
los poderosos para implantar una ‘serie limitada de actitudes, recuerdos y
opiniones se incluye el control de las principales cadenas de televisión y los
periódicos por un pequeño número de empresas e individuos poderosos con una
motivación similar, la desaparición de los periódicos competitivos en muchas
ciudades…" Y ya vemos quiénes están comprando periódicos acá.
Moldean la historia a su
antojo, según sus creencias. Se ve en Estados Unidos en estados conservadores
donde se prohíben textos que hablen de la esclavitud, por ejemplo, y en nuestro
país es muy patente lo que sucede con el informe de la Comisión de la Verdad.
Si en 15, 20 o más años
alguien quisiera conocer en el archivo de los medios cómo fue el gobierno
Petro, se encontraría con que no hizo nada o lo poco que hizo lo hizo mal. Ni
más ni menos.
Tendrían que basarse en
los pocos historiadores serios para enterarse de lo bueno y lo malo del
gobierno. Serios, porque no todos lo son cuando solo escuchan un lado de la
historia (tenemos el caso reciente con el Centro Nacional de Memoria Histórica).
En medio de este alzheimer
obligado por la derecha hacia nuestra historia actual, el gobierno Petro comenzó
a publicar un periódico en el que cuenta su verdad. Como a la prensa
tradicional, también hay que cogerlo con pinzas, con escepticismo y sentido
crítico, pero da otra versión que no aparece en ninguno de los medios.
Un ejercicio que me parece
interesante así genere también inquietud el uso de recursos para ello, pero es
una apuesta apenas lógica a lo que viene sucediendo desde agosto de 2022.
Es tal vez el primer
gobernante que utiliza esta estrategia comunicacional y es también previsible
pues los demás han sido gobernantes del establecimiento que han gozado de los
favores de una prensa manejada por personas privilegiadas de nuestra sociedad.
El reto ahora es cómo
contar la otra parte de la historia nacional bajo el primer gobierno de
izquierda, una parte que sea presentada y analizada sin prejuicios y con rigor para
contribuir al esclarecimiento de la verdad.
Maullido: Fico es casi
extrema derecha, ¿esperaban acaso un manejo diferente de temas como el consumo
de drogas?

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