Una lástima que se haya perdido la oportunidad de tener ya una reforma a
la salud mediante legislación del Congreso.
Hace falta para suplir necesidades del actual sistema: enfatizar la
prevención, brindar mayor cobertura a municipios pequeños y zonas rurales,
regular y controlar a las EPS y el servicio de las IPS y organizar los recursos
con que cuenta el sistema.
Claro que el poder económico dio la pelea para que se hundiera, pero la
propuesta no era convincente. ¿Para qué empezar desde cero? ¿Para qué eliminar
la libre elección de IPS? Y, lo que más dudas y discusiones genera de lado y
lado ¿para qué eliminar las EPS y acabar con la experiencia que han acumulado?
Acá hay dos temas para analizar. Uno, es cierto que muchas manejaron mal
los recursos, pero es que faltó control; fue muy deficiente y solo llegó cuando
el daño estaba hecho. Dos, pensar que el Estado, nuestro Estado, es capaz de
manejar todo el sistema es desbordar un optimismo que llega hasta la
ingenuidad. A la corrupción del sector oficial a hoy nadie la ha podido frenar
y nada indica que va a ser diferente.
Es una lástima que se haya perdido la oportunidad para aclarar las
cuentas y conocer en realidad con cuántos recursos cuenta el sistema, cuál es
la verdad sobre las deudas, sobre los giros del Adres y el pago de las EPS a
las IPS.
Fue demasiado desconsolador e irritante ver cómo todo los involucrados
en las discusiones usaron cifras a conveniencia, amañadas, desde el presidente
hasta el ministro de Salud, los congresistas, dirigentes políticos y gremiales y
simples ciudadanos, cifras que solo generaron más dudas. También el bajo nivel
de discusión en redes sociales, donde unos datos sobre las quejas y reclamos a
las EPS, otros sobre atenciones, donde se redujo el tema a “a mí me fue muy
bien” o “a mí me fue muy mal”, descontextualizaron y casi que infantilizaron los
pros y los contras de la reforma.
Ahora el gobierno busca implementar parte de la reforma por vía
administrativa y no será fácil. Ya ‘tomó’ posesión de las dos EPS más grandes
y, se conjetura, va por más. Hay ejemplos claros de que esas intervenciones
desmejoran el servicio y se afectan los ciudadanos de a pie, esos a los que se
debería proteger.
Así, es muy difícil saber qué sigue para el sector. Serán días de
zozobra porque mientras se expidan y ejecutan las medidas que con seguridad
vendrán (si es que logran ejecutarse), crecerán los problemas. Y la situación
es tan conflictiva y están tan polarizada que seguiremos asistiendo a ataques
de todo tipo y a la abundancia, una vez más de desinformación.
Son conocidas la terquedad y el ego del presidente y su poca disposición
a ceder. Y mientras hay voces dentro y fuera del gobierno, en el mismo Congreso
que plantean volver a presentar una reforma en el próximo periodo, no se sabe
qué decisión tomará Petro, quien desde campaña le apuntó al tema de la salud y
montó como caballito de batalla la eliminación de las EPS.
Como están las cosas, este tema tendrá con seguridad efectos en las
próximas elecciones. A favor de quién dependerá de lo que se viene en los
próximos días y semanas.
Pero sí, qué lástima. Y qué triste espectáculo nos tocó presenciar.
Maullido: solo medidas policivas de Alcaldía de Medellín ante últimos casos de abuso sexual a menores. Un enfoque demasiado corto.

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