Molestan e indignan tanto como +57 las respuestas que a las críticas
dieron algunos de los ocho reguetoneros que la cantan. Por lo que representan. Es
un horror.
Primero, aclaro que creo que el reguetón tiene su lugar, por algo existe,
gusta a muchos y no al lumpen como algunos afirman. Fastidia ese tinte de
superioridad moral que sugiere que porque que solo son válidas ciertas
expresiones musicales. Todas tienen su razón de ser, así choque a esos
cultísimos detractores.
Increíble que personas despotriquen del reguetón porque no les gusta
repitiendo lo que ha sucedido con muchas otras expresiones. Cuando surgió el
rock y acá llegó, se condenaba a quien lo escuchara pues sus letras eran poseídas
por satán. Una inquisición no muy santa que ahora se repite.
Imposible no escuchar algo de reguetón cuando a veces suena en ambientes
familiares o en lugares públicos y digo que hay canciones pegajosas y buenas,
no dicen mucho como no dice mucho buena parte de las canciones de cualquier
género, y hay otros reguetones que, digo yo, considero bastos, groseros.
Pero el tema es ese esperpento de canción +57, por la explícita
sexualización a las niñas, que eso es, en muchos sentidos, alguien a esa edad.
Sale Blessd a decir que no tiene porqué educar a los hijos de nadie.
Como si ese fuera el asunto. Además, sería imposible pedirle educación. Entonces
resulta claro qué le va a importar la suerte de las niñas.
Expresa el tal Ryan Castro que si no les gusta no la escuchen. Otro
desubicado, pero como con el otro, imposible pedirle algo de cacumen.
Como si se tratara apenas de que las familias eduquen a sus hijos,
mientras ellos los incitan a caer en algo que las puede marcar de por vida, que
no es adecuado para su edad, que las pondrá en manos de abusadores y proxenetas (imagínense en una ciudad tan reguetonera como Medellín donde la prostitución es
alarmante y el turismo sexual fuerte).
No, no es educación solo. ¿O es que no saben la pobreza en la que viven miles
de niñas y jóvenes? Una pobreza que a muchas lleva a prostituirse y a venderse,
si puede llamársele así, a cualquier adulto abusador y violador. Porque eso es,
una violación. Y la letra de la canción no solo puede incentivarlas a ellas
sino a sus abusadores.
Sugiere un reconocido tuitero que si es que no saben cuál es la música
de discoteca, dando el visto bueno a +57- Sí, no solo en las discotecas, en
todas partes suenan canciones de reguetón (hasta con perreo incluido) y otros géneros que son representación
del machismo, o que manejan el doble sentido o hasta son directas en temas
sexuales, pero no se está sexualizando a las niñas. Otro que equivocó el
camino, porque eso no es lo que se discute.
Fue una metida de patas tan grande que reformarán la canción por la
protesta ciudadana e institucional, aunque el daño queda y por eso solo a medias
vale la excusa de Karol G (al menos se excusó, no como los otros), que hasta
ahora se destacaba por su corrección.
Si, irrita no solo la letra que sexualiza a las niñas, sino que incomoda,
y mucho, la total desconexión social. El entorno solo le sirve a este grupo para
que los escuchen y suban sus ganancias. Ellos facturan con facilidad, y no
poco, pero ¿cómo pueden facturar esas niñas de 14, 15, 16 años? ¿Se lo
imaginan? Pero sí, ese no es su problema.
Maullido: fuera de hablar de Petro, ¿qué ha hecho el gobernador de Antioquia?

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