Una buena educación para todos es base para reducir las desigualdades, pero está lejos de lograrse incluso en el gobierno Petro: en la superior, por ejemplo, no se han creado las instituciones suficientes y, en consecuencia, la cobertura no es la ideal. Y en los demás niveles la calidad sigue ausente. Aparte, faltan recursos.
El sector educativo ha ido de tumbo en tumbo en los distintos gobiernos.
Los pasados con gran apuesta hacia la educación privada y este no ha sabido
cómo fortalecer la pública y minimiza la privada.
Cuando José Daniel Rojas, Mineducación, llegó al cargo, dijo que su
objetivo era que los estudiantes pensaran y fueran críticos. Eso revela que lo
suyo no es la educación. Un cambio así requiere reformas que no se dan de un
día para otro y tarda más de una generación en comenzar a ver los resultados.
Sin buena educación no habrá igualdad.

Comentarios
Publicar un comentario