Como no estaba preparada la derecha para ser oposición, la izquierda colombiana tampoco para ser gobierno0. Eso ya lo han reconocido dirigentes del Paco Histórico. Y vale decir que incluso hoy la prensa no sabe cómo abordar con claridad al primer mandato progresista.
Pero hoy el tema es otro. En todo el mundo democrático los tiras y
afloje entre el gobierno y los legisladores son comunes, y con frecuencia
fuertes.
Tenemos ejemplos recientes, incluso no solucionados. En Francia, la
Asamblea Nacional aprobó la moción de censura contra el primer ministro Michel
Barnier, que había tenido acciones discutidas, como la aprobación del presupuesto.
La oposición bloqueará a quien sea su remplazo primer ministro, según France
24.
Ha habido fuertes protestas en Georgia tras que el parlamento, afín a
Rusia, aplazara hasta 2028 las negociaciones para adherir el país a la Unión
Europea. El partido gobernante Sueño Georgiano prorruso, mientras que la
presidenta Salomé Suravishvili, con poderes limitados, es proeuropea. Y el choque
de poderes ha provocado protestas masivas de ciudadanos.
En Corea del Sur el presidente Yoon Suk Yeol declaró la ley marcial hace unos días, pero
tuvo que levantarla ante las protestas grandes que hubo. Dice que la oposición,
el Partido Democrático, simpatiza con Corea del Norte. La Asamblea Nacional,
donde manda la oposición, pronto revocó la medida.
Y no vamos más lejos. En Estados Unidos ahora habrá mayoría republicana
en el Congreso y, como cuando un partido allí es mayoría revocará leyes y
mandatos del gobierno demócrata que termina, de Joe Biden.
Duro, pero lo normal.
El gobierno Petro nunca pudo consolidar mayorías en el Congreso para
pasar los proyectos que le interesaban más. Han existido alianzas que se
descomponen según intereses de los legisladores. Por eso hoy a dos años largos
de gobierno varios proyectos en veremos.
En Estados Unidos, por ejemplo, queda amarrado el gobierno que no tenga
mayorías, pero acá otras son las prácticas: aprobación de leyes a cambio de
puestos, de recursos y hasta de dinero, como se destapó en el enredado caso de
la Unión Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres. Y ni así se ha logrado
pasar varias leyes, porque entre otras hay una oposición cerrada a todo lo que
diga, haga o proponga el gobierno Petro.
También es cierto que las Cortes han bloqueado asuntos importantes, como
parte esencial de la pasada reforma tributaria y han caído congresistas del
Pacto Histórico. Todo esto está dentro del juego democrático, porque las Cortes
en no pocas partes toman partido en favor de uno u otro espectro.
Por esto habla entonces el presidente Petro de intentos de golpe. Sí, las
movidas del Consejo Nacional Electoral han sido inquietantes, pero de ahí no pasan.
Claro, no se puede negar que a personajes de la derecha les gustaría
destituir al presidente y bajo cuerda han hablado de ello, pero carecen ce
peso.
Esa es la realidad que tenemos. A 28 meses de gobierno, no se le ha
podido coger el hilo a gobernar.
Bien decía un analista hace meses que gobernar significaba hacer lo que
se pudiera, no lo que se quería, porque hay muchos imponderables y más cuando
no se tienen mayorías.
Ojalá se aprenda la lección.
Maullido: no resultó nada extraño que los partidos de derecha y extrema
derecha como el Liberal, el Conservador y el Centro Democrático aprobaran en
Antioquia impuesto que perjudica a los pobres. Está en su ADN.
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