Lo que ha venido sucediendo con la reforma laboral y la fallida consulta popular deja al descubierto como pocas veces antes el cinismo y el desprecio de las clases política y empresarial hacia los más de 20 millones de colombianos que tienen un empleo.
Es que avergüenzan las
declaraciones del presidente de la Andi, Bruce Mc Master, apenas se negó la
consulta: “Las decisiones del Congreso de la República, el día, de hoy, son
correctas”. A renglón seguido consideró que no solucionaba nada y que se
requiere un trabajo concertado de Ejecutivo, Legislativo con los empresarios para
reducir el desempleo y la informalidad. Lo dijo sin sonrojarse.
¿Por qué entonces nunca ha
promovido esa concertación? La respuesta es obvia: nunca le ha interesado al empresariado.
La informalidad ronda por el 57 % y no se escuchan propuestas para reducirla.
Vale agregar que dijo Mc Master que no se requiere ni la reforma que se volvió
a retomar en el Congreso.
La idea es impedir que se
reforme la normatividad laboral. Fue tan bueno el regalo que les entregó Álvaro
Uribe Vélez -la reducción de la jornada nocturna para disminuir pagos al trabajador
y el recorte del pago en dominicales y festivos- que quedaron enviciados. Como
dice la gente, “de eso tan bueno no dan tanto”.
Uribe Vélez sacó esa
reforma bajo el sombrero de la creación de empleo, que nunca llegó, pero la
intención en el fondo era aumentar las ganancias del empresariado.
Hoy las mayorías del
Congreso responden al interés empresarial. Los partidos Conservador, Liberal,
el cuestionadísimo Cambio Radical y el extremista Centro Democrático siempre
han defendido al capital sobre el trabajador. El lobby de los gremios para que
se negara la reforma fue intenso y fructificó. Los que la hundieron no tienen
problema: en Colombia el electorado no castiga a quienes no lo defienden, pues
la mecánica electoral se basa en pago por voto.
Con las exigencias
actuales al trabajador, con la espada de la productividad que todo lo mide, se
le exprime al punto de tener que relegar factores importantes para el
desarrollo humano y la vida plena, como cuidar la salud, dedicar tiempo a la
familia y a otras actividades, además de un descanso justo. Todo esto amerita
de sobra la maltratada, por el capital y la derecha, reforma.
Generar empleo no es fácil
y la carga laboral es exigente, pero cualquier trabajador tiene derecho no solo
a un salario justo sino a prestaciones sociales y a contratos que le garanticen
el descanso y el cuidado de su salud.
El fantasma chino se niega
a desaparecer de nuestra economía. Fueron los chinos los que, para acelerar su
crecimiento económico y desarrollo, establecieron las jornadas laborales
extensas con retribuciones precarias. El ejemplo lo copió el mundo capitalista
occidental, en particular los países de ingresos bajos y medios. También
quedaron enviciados y aunque en el país comienzan a disminuir las horas de
trabajo semanal, la reforma Uribe recortó beneficios, precarizando el salario.
Demasiado falsa la clase dirigente,
demasiado inconsecuente e indiferente con el trabajador que le genera riqueza.

En mi opinión personal, si se supone que Colombia está dentro de los primeros y más grandes países corruptos del mundo, el sector del país donde proliferan personajes más susceptibles de enajenación para ser utilizados, para el comepimiento de dichos hechos, es en la costa atlántica de nuestro país, y desde el punto de vista gubernamental si eres político nacido en esa región con apellido de inmigrante de supuesta relevancia para los de a pie de ese sector, eres el ideal para nombrarlo en puestos de poder público para que en momentos coyunturales puedas obedecer a los que se creen dueños del país y que piensan que están gobernándolo con un sistema monárquico en el que no solo el presidente sino también el ministro el gobernador alcalde o cualquier aparecido que en medio de su ignorancia piensa que por el puesto que le dieron ya es un erudito tiene derecho a delegar en sus hijos nietos o sobrinos el poder de robarse y masacrar al país, analicen si estoy mintiendo o estoy equivocado pero en el 95% de los actos de corrupción del país de alta relevancia siempre mínimo hay un metido de ese sector en el escándalo, no es segregacionismo aclaro, simplemente una realidad, si naces en ese sector y eres blanquito y ojo claro y tus parientes predecesores hablaban raro en negrito de a pie se arrodilla y obedece el que mandes, por eso ya varias ciudades de ese sector del país de importancia han sido tomadas ya sea por descendientes de italianos franceses británicos sirio libaneses etcétera etcétera, ahora que quede bien claro no por el hecho de ser más los corruptos los que nacen en ese sector son los más peligrosos, y yo solo son lacayos obedientes de quienes de verdad tienen el poder, la ultraderecha colombiana liderada desde hace ya más de 20 y algunos años más por el anticristo nacido para desgracia en tierra paisa, y él mismo ni siquiera es la causa de todo esto, él es solo un lavaperros de los verdaderos dueños del país que en los últimos años han estado en intermitencia cuando antes era uno solo el señor Luis Carlos hambriento el c***, ahora ya entran en disputa por organizar y mandar el país la organización arbiralule los gilinski y bueno ya sabemos lo que pasa, el Piper es real o sea El anticristo es el que organiza todo y todos los que él señale tienen que obedecer de forma inexorable de lo contrario no podrían volver a ser nombrados en puestos de poder, si hasta un lava perros oscuro es nombrado por la esposa de un paraco y se llena de ínfulas volviéndose mi primero cuál influencer vomitando basura sin saber de lo que habla a eso hemos llegado en el país, y el señor Bruce mcmaster es solo un espécimen más de los tantos ladrones de cuello blanco de nuestra nación
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