Con la precandidatura de Miguel Uribe padre, heredada de su fallecido
hijo por solicitud expresa del jefe del Centro Democrático, el condenado expresidente
Álvaro Uribe Vélez, se agitó más la precampaña electoral con miras a 2026.
Venía con algo de agitación por los lados del Pacto Histórico con la
aceptación del senador Iván Cepeda para ser precandidato por ese movimiento,
hecho que puso nerviosos a varios de los que participarán en la consulta en
octubre.
Es el momento de las rebatiñas, de las peleas y de la aceptación de mala
gana de quienes resulten elegidos candidatos.
Sin encuestas todavía resulta difícil saber cómo se está moviendo el
ajedrez electoral. Es que son más de 80 precandidatos, la inmensa mayoría solo
para engordar su hoja de vida: o ser presidente es muy bueno (vean al inepto de
Iván Duque viajando por el mundo y hasta tomándose fotos con el genocida
Netanyahu en Israel) o el optimismo está desbordado en el país.
Sea como sea, la apuesta será de pocos. La decisión de llamar a Uribe
padre en el partido de Uribe condenado es una clara afrenta a las senadoras que
siempre han dado la lucha por la extrema derecha y por el propio expresidente:
Paloma Valencia (descabezada de tajo), María Fernanda Cabal (que podría quedar
de virreina según el guiño que dé el jefe) y Paola Holguín, la que parece tener
menos arrastre. Es decir, habrá crujir de dientes, como dice la Biblia, por las
decisiones que no compartan las tres mosqueteras. A regañadientes tendrán que
aceptar la escogencia de candidato, pues el país sabe hace muchos años que
pelear con el condenado Uribe no es nada agradable.
En el Pacto también se evidencia malestar. La presencia del
superinvestigado exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, no es bien vista por
varios de los precandidatos, como tampoco que se haya metido el terrible pastor
Alfredo Saade, de muy dudosa reputación y una multitud de salidas fuera de
tono.
La idea es que la presencia de Quintero y Saade lleve a que más personas
voten contra ellos y eso aumente el número de votantes para dar muestras de
poderío electoral. Pero el solo hecho de que ese par figure es de todas maneras
un lastre para el Pacto porque será aprovechado en el futuro por los rivales
directos (además de que es impresentable desde la ética).
Hasta ahora, discusiones internas en los dos más firmes movimientos e
indefinición en el resto de posibles aspirantes: Roy Barreras y Juan Fernando
Cristo en la izquierda moderada, y Sergio Fajardo por la derecha moderada,
siendo ese el que más ha avanzado en la precampaña.
Por esto abundan los dimes y diretes, pero de programas de gobierno más
bien poco, más que todo exposiciones en foros de diverso tipo.
Habrá que esperar la consulta del Pacto y conocer las primeras encuestas
para decantar un poco el panorama, tan incierto hoy.
Eso sí, será una campaña sucia, queden quienes queden. De hecho, ya hay
muchos mensajes falsos con videos cuadrados con inteligencia artificial. Y como
acá primero se repostea y luego se verifica, las mentiras están y estarán al
orden del día, como los insultos, las descalificaciones y acusaciones de toda
clase.
Se agita la marea.
Maullido: no se puede negar que hoy sí existe una mayor sensación de
inseguridad.

Comentarios
Publicar un comentario