¿Qué hace Daniel Quintero en la consulta del Pacto Histórico? Nadie tiene una explicación clara, más allá del guiño del presidente Gustavo Petro, para quien nadie es culpable hasta que lo condenen. Quintero tiene serias acusaciones que lo persiguen y más de 40 de sus funcionarios en la Alcaldía de Medellín están en líos con la justicia. Toda una banda.
Tiene el exalcalde de
progresista lo que Trump de socialista. Un malabarista, algo malo, que ha pasado
de movimiento político en movimiento sin poder echar raíces en ninguno, aunque
se le conoce más por su cercanía a la derecha.
Por la imagen que se creó contra
la Junta Directiva de Empresas Públicas de Medellín, asociada con los grandes
cacaos de la región y el gran capital, algunos, sobre todo en Bogotá, se
deslumbraron y lo consideran aún hoy como un Robin Hood criollo. Demasiado
criollo, es innegable.
Pero la imagen que ha
dejado es la de un político sin escrúpulos, que ha ascendido muy rápido tanto
social como políticamente (nada queda de aquel pobre que iba a pie desde su residencia
en un barrio estrato 3 hasta la universidad), con un ego y un amor por el
dinero muy desarrollados.
Que se pruebe de lo que se
le acusa (¡tantas cosas!) no se puede saber hoy, pero sí hay algo para mostrarle
al país: su pobre gestión como alcalde, en la que el descuido por la ciudad fue
evidente y demasiado cuestionada la manera de contratar los diferentes
servicios, desde la educación de los niños de Buen Comienzo hasta la salud,
pues su gestión para el Hospital General ha sido motivo de serias denuncias al
punto de dejarlo cerca de la extremaunción. Además, un promesero empedernido y
malgastador de los recursos públicos, como las famosas tabletas entregadas (?)
a estudiantes.
Y no, aparte de la confrontación
en Empresas Públicas, a Quintero no se le puede atribuir un afán por ayudar a
los más desprotegidos de la ciudad, fuese con obras físicas o programas de
diversa clase. Nada hizo por ellos.
No se trata de compararlo
frente a la gestión de otros alcaldes, porque Medellín o, mejor, los más
necesitados -más de media ciudad- ha sido de malas, porque por ejemplo el ignorante
y ordinario Federico Gutiérrez tampoco es para mostrar (solo que goza de buena
prensa).
En lo que hay que insistir
es en lo mal administrador que es y en un grueso manto de dudas sobre el manejo
de los recursos públicos en su paso por la Alcaldía. Tanto que comienzan a
verse las imputaciones y condenas contra varios de sus lugartenientes.
Lo que hay que recordar
una y otra vez es el malabarismo político que ha distinguido su actividad para
pasar de un movimiento y unas ideas a otros sin sonrojarse y, para peor,
aceptado por los grupos donde cae como paracaidista.
Quintero es un embuchado
en el Pacto y puede hacerle daño. Las propuestas como precandidato nada tienen
que ver con el progresismo serio. Son payasadas populistas y gracias al respaldo
que recibe de sus poderosos amigos (se les hace agua la boca con las po$ibilidades
que se les abrirían de ser ganador) podría recibir un respaldo de gentes de
otros movimientos en la consulta y ser ganador, acabando con la ya maltrecha
credibilidad de la izquierda.

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