Pese a análisis que respiran por la herida, el Pacto Histórico sigue
vivo como mostró la consulta del 26 y todavía no sirve de carroña para tanta
ave de mal agüero que incluso ha pregonado su agonía.
El Pacto está vivo, pero no ha ganado nada. La consulta reveló que tiene
poder popular, en medio de la ambigüedad de esa figura que todos se disputan. Y
hay que tener en claro que una cosa fue este episodio democrático y otro serán
los comicios de 2026, cuando se vendrán con toda fuerza las tradicionales
maquinarias políticas de los caciques regionales.
Es claro que el Partido está fuerte, pero también que presenta fisuras
internas que debe sellar pronto (como la división sobre quién, Carolina Corcho
o María José Pizarro, deberían ser cabeza de lista al Senado, situación que
generó comentarios inadecuados).
Sorprendió la cantidad de votos de varios influentes, como @medicenwally
y @smilelalis. Es la confirmación de que los nativos digitales comienzan a
ganar espacio en el mundo de la política, así el tema todavía les quede grande:
basta que hubiera tenido amplia votación para que Wally saliera a decir que no
debería continuar la lista cremallera, una postura en contra de la paridad de
géneros por la que tanto se ha luchado.
Ser influente en política, ejercicio en el que poco se utiliza la cabeza
(que en nuestro medio se basa en usar vocabulario de grueso calibre e insultos),
no es lo mismo que ser congresista. Lo tendrán que tener muy claro, de resultar
elegidos en marzo, pues en la actual bancada del Pacto hay unas enormes
decepciones: ‘progresistas’ que solo lo fueron por el elevado salario.
Se confirmó que Iván Cepeda tiene fuerza como aspirante a la
Presidencia. Su ecuanimidad, tranquilidad y conocimiento del país calaron, y seguro
convocará mucho más. Su aceptación se ve en todas las regiones.
El Pacto necesitará ahora demostrar que es un partido unido con un
programa que va más allá de las personas. Hacia marzo se definirá si hay más
Pacto o más Petro. Si está supeditado a todo lo que diga un líder o
independiente de esto sus metas no estarán sujetas a la voluntad de un solo
miembro. Y esta tarea no será nada fácil.
Otro hecho positivo de la consulta fue haberse desmarcado del
impresentable exalcalde de Medellín, en serios líos con la justicia, Daniel
Quintero Calle. Su aceptación como precandidato causó daño en su momento y
generó rechazo de una parte de la bancada, y amenazaba con aumentar las divisiones.
En esto cinco meses se tendrá que consolidar la estrategia para las
elecciones. Por ahora, vemos que la consulta asustó a otros movimientos
políticos, como el Centro Democrático y el marchito Partido Liberal, cuyos jefes,
Álvaro Uribe y el sepulturero César Gaviria, han corrido a reunirse, mientras
la prensa tradicional recurre a análisis flojos para demeritar los logros d la
consulta y hacerlos ver como mínimos.
No obstante, el desgaste natural en el ejercicio del poder y salidas en
falso del presidente Petro, que se siguen dando, el Pacto demostró que no está
derrotado y es carta fuerte para el proceso electoral.
Maullido: a Bogotá sí que la está manejando un aprendiz que no deja de
meter las patas.

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