¿Dónde estaban? ¿Qué hicieron? Sabemos que un cantante o un escritor
exitosos no están obligados a dotar de un servicio al pueblo donde nacieron,
pero en el caso de los dirigentes políticos, grandes empresarios gremiales y de
poderosas empresas, y los gobernantes, sean alcaldes o gobernadores, lo mínimo
que se esperaría es que denunciaran situaciones anómalas, así no sean para
algunos de ellos de su resorte, e insistir en su atención. El silencio, al
final de cuentas, los hace cómplices por omisión, por negligencia.
Y sí, han sido muchos los desbarajustes en la vida de este país, en lo
local, regional y nacional, que han afectado la vida general de amplios
sectores de la sociedad.
Resuenan todavía las palabras del padre Francisco de Roux durante la
entrega del informe final de la Comisión de la Verdad, esa que les duele tanto
a muchos que prefieren evitar su mención siquiera: ¿Cómo permitimos que esto
sucediera?
Decenas de miles, cientos de miles de compatriotas asesinados o
desplazados por múltiples actores violentos, sin que el resto de la sociedad se
inmutara, menos sus líderes políticos y dirigentes que ni lo denunciaron ni
actuaron.
Es solo un capítulo en la seguidilla de males que han afectado la vida
colombiana, que nos han tocado a todos.
¿Dónde estaban, por qué dejaron que en las grandes ciudades se
impusieran los barrios de invasión que aún hoy dan una vida de tercera a sus habitantes?
¿Dónde estaban cuando se dieron los falsos positivos? ¿Por qué no
actuaron?
¿Dónde estaban que dejaron acabar los Ferrocarriles Nacionales,
permitieron la deforestación de la Amazonia y otras regiones, y nada hicieron
cuando se ensuciaron los ríos que atraviesan las ciudades?
¿Dónde estaban cuando surgió y se consolidó la guerrilla y luego los
grupos paramilitares? ¿Dónde cuando comenzó el narcotráfico?
¿Dónde estaban cuando las bandas se apoderaron de barrios enteros en las
ciudades? ¿Dónde cuando el exterminio de miembros de la UP? ¿Dónde ahora que
asesinan líderes y defensores de la vida?
¿Dónde estaban? ¿Qué hicieron en tantas otras situaciones que han
deteriorado al país, sus recursos y llevado a la pobreza a millones?
Muchos comieron o se lucraron de esas actividades anómalas o ilegales,
casi todos interesados solo en defender su parcela económica o política, sin
importar los demás.
La responsabilidad de los grandes dirigentes no termina con la elección
de un presidente o un Congreso, para luego pedirles beneficios o hacer
oposición. En muchos de los graves problemas nacionales pudieron o pueden y
deberían aportar de diferentes maneras.
El papel de los grandes empresarios y líderes gremiales no es solo crear
empresa, generar empleo y otorgar dádivas a algunos sectores y actividades. Tal
vez parte del problema se explica por el sistema económico y político
imperante, en donde cada quién solo busca salvar su barco así el lago sobre el
cual navegan se esté secando.
También se explica por la clara mutación de valores, porque con
frecuencia impera el todo se vale y así la corrupción se ha entronizado en casi
todos los frentes de la vida nacional.
El país les ha quedado grande a tanto gran empresario, a tanto gran
político.
No me cabe duda.
Maullido: Nada qué hacer, Medellín caerá de nuevo en manos de la nada
santa ultraderecha paisa.

Excelente columna. Donde esta el mundo "globalizado" en lo referente a las matanzas indiscriminadas en Ucrania....saludos
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