Toros de lidia en una hacienda. Así deben permanecer, no en una plaza para calmar con su sangre la sed de diversión de una gran minoría. Foto Wikipedia No quedan dudas, al menos para la ciencia, de que los animales son seres sintientes, incluso hasta en el plano de los insectos. Eso sería argumento más que suficiente para haber prohibido las corridas de toros en el país, una tortura considerada por los taurinos como arte. Tras la ley que las prohíbe, se alborotó el avispero de taurinos, que esgrimen toda clase de argumentos, deleznables en su mayoría, alegando que se les coartó la libertad. Como si hubiera libertad para maltratar animales. Nuestro país lo prohíbe y si se mantenían las corridas era por un mal entendido concepto de cultura en las cortes. Es que los tiempos cambian. Y como hubo circo romano donde pobres humanos eran devorados por leones ante el festejo de los tendidos ávidos de sangre, ya no es posible. Y uno a uno varios países han prohibido el mal llamado espe...
Opiniones libres que a algunos molestan